SIGNOS OCULARES ASOCIADOS CON EXOFTALMOS
Hipertiroidismo latente.
El hipertiroidismo
ligero puede simular enfermedad cardiaca, anemia, neurastenia o tuberculosis,
de hecho, en los casos de cardiopatía o tuberculosis hay que excluir
específicamente hipertiroidismo como trastorno concominante potencial.
Tiroiditis.
Por examen físico
pueden reconocerse tres tipos distintos:
Tiroiditis subaguda no específica.
Este trastorno se
observa más frecuentemente en mujeres que en varones. El principio es súbito y
dolor en garganta, cuello y glándula tiroides. La temperatura puede elevarse
hasta 40o o 50oC. La glándula esta aumentada de volumen y
muy dolorosa a la palpación, sobre todo en las primeras etapas. El suele ser
difuso, pero puede afectar más intensamente a un lado y otro. La
hipersensibilidad y el comienzo brusco, muchas veces después una inflamación de
vías respiratorias altas, son datos diagnósticos.
Bocio de Ricdel.
El comienzo es insidioso, los primeros
síntomas de compresión traqueal progresiva. La glándula esta substituida por
fibroso denso y duro, que suele causar hipertrofia irregular.
Bocio de Hashimoto. El
primer síntoma suele ser la presencia de una masa en el cuello. La glándula está
aumentada de tamaño en forma difusa, pero no uniformemente, y tiene
consistencia dura de caucho. Puede hacer sospechar un bocio adenoma toso
corriente, pero tiende a ser menos nodular. Son frecuentes los síntomas de
hipotiroidismo ligero. El trastorno se observa sobre todo en mujeres que acaban
de pasar menopausia.
Cáncer del Tiroides.
La única manifestación de un cáncer inicial
puede muy bien ser un nódulo solitario. Como el diagnóstico diferencial entre
un quiste o adenoma benignos y una neoplasia maligna resulta imposible, tales
lesiones deben considerarse cancerosas mientras no se demuestre lo contrario al
operar.
En ocasiones, un nódulo solitario del tiroides se acompaña de metástasis
manifiestas en los ganglios cervicales; esto hace evidente el diagnostico de
neoplasia maligna.
El cáncer avanzando se caracteriza por glándula irregularmente nodular
de consistencia pétrea, adherida a los tejidos subyacentes. La compresión de
esófago o de tráquea puede dificultar la deglución o la respiración.
La ronquera por parálisis del nervio laríngeo recurrente es
particularmente sospechosa de cáncer.
Tumores tiroides aberrantes laterales.
Los carcinomas pequeños del tiroides, de crecimiento
relativamente lento, especialmente los de tipo papilar, pueden producir
metástasis de los ganglios cervicales antes que exista anomalía del tiroides.
Quistes del conducto tirogloso.
Estos quistes congénitos se observan a
cualquier nivel entre la base de la lengua y el istmo del tiroides. Se hallan
localizados de manera característica en la línea media, pero la quinta parte,
aproximadamente, se observa en localización suficientemente lateral para que
puedan confundirse con un quiste de hendidura branquial. El diagnostico se
establece porque el quiste se desplaza hacia arriba cuando el paciente saca la
lengua. El proceso puede infectarse estableciéndose una fistula a nivel de la
línea media o cerca de ella.
Quistes y Fistulas de origen branquial.
Los quistes branquiogenos
siempre están localizados por delante del musculo esternocleidomastoideo,
aproximadamente a nivel de la bifurcación carotidea. Su posición se establece
uniendo el tercio superior con el tercio medio del borde anterior del musculo
esternocleidomastoideo. Es común la infección secundaria y pueden aparecer los
signos corrientes de inflamación con aumento brusco de volumen del tumor.
Higroma quístico.
Esta anomalía
congénita de los linfáticos suele hallarse localizada en el cuello. Produce un
tumor quístico voluminoso translucido; se extiende en una zona amplia y puede
afectar todo el cuello y la región supraclavicular; a veces es bilateral.
Tortícolis.
Esta rigidez anormal del
esternocleidomastoideo puede ser congénita o adquirida. Produce una torsión
característica del cuello. Si es de larga duración muchas veces se acompaña de
asimetría facial; los rasgos del lado afectado están disminuidos.
Tumores del cuerpo carotideo
Los tumores del cuerpo carotideo suelen confundirse con tumores
congénitos del cuello. Nacen a nivel de la bifurcación de la carótida
primitiva; este punto se halla inmediatamente por detrás del borde anterior del
esternocleidomastoideo y frente al borde superior del cartílago tiroides. A
diferencia de los quistes de hendiduras branquiales, se hallan situados más
profundamente en el cuello y más hacia adelante.
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