domingo, 10 de febrero de 2013

LESIONES DE LA CAVIDAD BUCAL


LESIONES DE LA CAVIDAD BUCAL
Cáncer
Ya nos hemos referido anteriormente a la importancia que tiene la palpitación para el diagnóstico.
Cáncer de la lengua:

Es el tumor maligno más frecuente de la cavidad bucal. Aparece en  la base de la lengua a lo largo  de los bordes o en la superficie inferior, y suele extenderse al suelo de la boca. Sus características macroscópicas son las de una ulcera necrótica indurada. Las metástasis son frecuentes y precoces. Los ganglios submaxilares y submentonianos suelen ser los primeros afectados en las lesiones de los dos tercios anteriores de la lengua. Los cervicales profundos se infartan en el cáncer del tercio posterior o de la base de la lengua.

GLÁNDULAS SALIVALES
Glándula parótida
Parotiditis. Por inspección, la glándula hipertrofiada constituye una masa difusa por delante del oído, que se extiende hacia abajo y atrás hasta el ángulo del maxilar. El orificio del conducto de Stenon aparece ademotoso y enrojecido cuando se separa la mucosa bucal mediante un depresor. En la parotiditis calculosa puede haber pequeños depósitos calcáreos en la abertura del conducto.
Los exámenes de cabeza y cuello deben complementarse siempre dada la frecuencia con la que algunas lesiones de cabeza, cara o cavidad bucal afectan a los ganglios linfáticos cervicales.
Se requiere particular destreza para examinar el cuello, pues músculos, capas aponeuróticas y estructuras cartilaginosas u Oseas enmascaran signos físicos, y ellos mismos resultan fáciles de confundir con procesos patológicos.
Inspección
Empiécese por examinar el cuello en busca de asimetría, hinchazón, pulsaciones, fistulas o limitación de movimientos. Si se extiende el cuello, sometiendo asi a tensión el musculo esternocleidomastoideo, son fáciles de reconocer los limites de los triángulos anterior y posterior.
Es importante identificar las siguientes estructuras: el musculo esternocleidomastoideo, el hueso hioides con sus astas mayores, el cartílago tiroides, la traquea, la clavicula y las pulsaciones del bulbo carotideo y tercera porción de la arteria subclavia.
Palpación
Debe efectuarse con la superficie palmar, de las puntas de los dedos; utilícese un movimiento delicado de rotación para descubrir la superficie lisa y dura de un nodulo hipertrófico. La palpación firme y profunda comprimirá los ganglios contra los músculos, de manera que no podrán percibirse. Pálpese el triángulo anterior manteniendo una mano detrás del occipital para flexionar el cuello y producir el grado de relajación necesario. La región submentoniana se palpa con la cabeza menos flexionada. La cabeza del paciente vuelve a posición normal y se identifica la tráquea. Luego la cabeza se inclina y gira hacia un lado para poder palpar el triángulo posterior.
Puede percibirse, entonces, la tercera porción de la arteria subclavia en el ángulo formado por el borde posterior del esternocleidomastoideo y la clavícula. Se palpa la parte posterior del cuello cuando el paciente mantiene la cabeza ligeramente extendida. El examinador ahora se coloca detrás del paciente y vuelve a palpar la parte anterior y los lados del cuello.

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