LESIONES DE LA CAVIDAD
BUCAL
Cáncer
Ya
nos hemos referido anteriormente a la importancia que tiene la palpitación para
el diagnóstico.
Cáncer de la lengua:
Es
el tumor maligno más frecuente de la cavidad bucal. Aparece en la base de la lengua a lo largo de los bordes o en la superficie inferior, y
suele extenderse al suelo de la boca. Sus características macroscópicas son las
de una ulcera necrótica indurada. Las metástasis son frecuentes y precoces. Los
ganglios submaxilares y submentonianos suelen ser los primeros afectados en las
lesiones de los dos tercios anteriores de la lengua. Los cervicales profundos
se infartan en el cáncer del tercio posterior o de la base de la lengua.
GLÁNDULAS SALIVALES
Glándula parótida
Parotiditis. Por inspección, la
glándula hipertrofiada constituye una masa difusa por delante del oído, que se
extiende hacia abajo y atrás hasta el ángulo del maxilar. El orificio del
conducto de Stenon aparece ademotoso y enrojecido cuando se separa la mucosa
bucal mediante un depresor. En la parotiditis calculosa puede haber pequeños
depósitos calcáreos en la abertura del conducto.
Los exámenes de cabeza y cuello deben complementarse siempre dada la
frecuencia con la que algunas lesiones de cabeza, cara o cavidad bucal afectan
a los ganglios linfáticos cervicales.
Se requiere particular destreza para examinar el cuello, pues músculos,
capas aponeuróticas y estructuras cartilaginosas u Oseas enmascaran signos físicos,
y ellos mismos resultan fáciles de confundir con procesos patológicos.
Inspección
Empiécese por examinar el cuello en busca de asimetría, hinchazón,
pulsaciones, fistulas o limitación de movimientos. Si se extiende el cuello,
sometiendo asi a tensión el musculo esternocleidomastoideo, son fáciles de
reconocer los limites de los triángulos anterior y posterior.
Es importante identificar las siguientes estructuras: el musculo
esternocleidomastoideo, el hueso hioides con sus astas mayores, el cartílago tiroides,
la traquea, la clavicula y las pulsaciones del bulbo carotideo y tercera
porción de la arteria subclavia.
Palpación
Debe efectuarse con la superficie palmar, de las puntas de los dedos;
utilícese un movimiento delicado de rotación para descubrir la superficie lisa
y dura de un nodulo hipertrófico. La palpación firme y profunda comprimirá los
ganglios contra los músculos, de manera que no podrán percibirse. Pálpese el
triángulo anterior manteniendo una mano detrás del occipital para flexionar el cuello
y producir el grado de relajación necesario. La región submentoniana se palpa
con la cabeza menos flexionada. La cabeza del paciente vuelve a posición normal
y se identifica la tráquea. Luego la cabeza se inclina y gira hacia un lado
para poder palpar el triángulo posterior.
Puede percibirse, entonces, la tercera porción de la arteria subclavia
en el ángulo formado por el borde posterior del esternocleidomastoideo y la
clavícula. Se palpa la parte posterior del cuello cuando el paciente mantiene
la cabeza ligeramente extendida. El examinador ahora se coloca detrás del
paciente y vuelve a palpar la parte anterior y los lados del cuello.
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