domingo, 10 de febrero de 2013
VALORACION DE UN DOLOR CERVICAL OBSCURO
VALORACIÓN DE UN DOLOR
CERVICAL OBSCURO
Cáncer del labio.
Se observa sobre todo en los varones después
de los 50 años. Aparece como interrupción superficial de la mucosa a nivel de
la unión mucocutanea, o como excrecencia verrugosa. Puede tener aspecto
fungoso, pero generalmente se difunde como ulcera indurada indolora. Las
metástasis son tardías. Las lesiones situadas en el centro del labio suelen
invadir los ganglios submentonianos.
Leucoplasia.
Aparece al principio
en forma de placa blanquecina translucida que reviste las mucosas de lengua o
cigarrillos, pero puede cubrir toda la mucosa intrabucal. En casos avanzados
forma una placa elevada con zonas confluentes irregulares. Puede haber fisuras
y ulceras superficiales secundarias por infección. El cáncer se desarrolla a
veces en zonas preexistentes de leucoplasia.
Lesiones benignas de labios, dientes y mucosa
Herpes labial.
Esta aguda, de curso rápido, aparece en forma
de una placa dolorosa elevada de color rojo redondeada, con costras, nivel de
la mucosa del labio. Su breve duración y la ausencia de ulceración e induración
le caracterizan como herpes labial común.
Gingivitis.
Se caracteriza por
enrojecimiento e hipersensibilidad de las encías. La superficie de estas sangra
fácilmente y del margen de la encía se desprecia a veces un exudado purulento.
Changros.
La sífilis primaria
produce en el labio un nódulo que parece botón, de consistencia firme e indolora.
Si se ulcera, puede simular el cáncer. Casi siempre están afectados los
ganglios linfáticos cervicales superficiales o submentonianos.
Épulis.
Se trata de un tumor
nodular característico, de color pardo rojizo que aparece en la parte externa
del borde alveolar. Es de consistencia firme, no doloroso a la palpación.
Generalmente de origen inflamatorio, algunas veces puede constituir una
verdadera neoplasia.
Dientes epiteliales.
Suelen observarse en el suelo de la boca. Los
dermoides a veces se hallan en la línea
media constituyendo nódulos redondeados, duros, ligeramente quísticos. Una ránula
aparece como hinchazón superficial tensa, de color azulado, translucida a uno u
otro lado del frenillo.
Melanosis de la mucosa
bucal y poliposis intestinal (síndrome de Peutz-Jeghers). Es un síndrome
notable que se caracteriza por depósitos de melanina en la piel y mucosa bucal
acompañados de poliposis del intestino delgado. A menudo se acompaña de anemia.
Dado que los pacientes se quejan de dolor abdominal recurrente y estreñimiento
es posible que se haga una laparotomía exploradora sin que se haya establecido
el diagnostico.
Amígdalas.
La simple presencia de una amígdala
ligeramente aumentada de volumen no es anormal.
Amigdalitis aguda.
El principio es brusco
con fiebre y “dolor de gargante”; las amígdalas están hinchadas y enrojecidas.
La superficie suele estar cubierta de manchas blancas formadas por el exudado
que sale de las criptas amigdalinas. Puede haber infiltración e hiperemia de la
mucosa orofaríngea vecina.
Amigdalitis crónica.
Este término se
utiliza de manera vaga indicar enfermedad crónica de la amígdala, que puede
adoptar formas diversas. A veces hay hipertrofia de las amígdalas palatinas,
acompañada de hipertrofia de la amígdala faríngea (adenoides) que produce obstrucción
nasal parcial y disminuye la audición.
Luxuación
La hernia de un disco en la región cervical baja produce dos sindromes
diferentes.
En primer lugar, si el disco herniado se halla en la línea media,
aparecen los signos de compresión de la medula espinal. Los signos físicos
incluyen debilidad de los miembros inferiores, espasticidad, reflejos
hiperactivos, trastornos sensoriales subsiguientes y participaron de los
esfínteres.
En segundo lugar, la hernia lateral del disco produce los signos de
comprensión de las raíces nerviosas; en fases tardias de la enfermedad puede
haber signos de haces largos.
El paciente tiene tendencia a llevar la cabeza en ligera flexion
anterior, pues la extensión del cuello aumenta el dolor. Los signos físicos
pueden explicarse en forma mecánica.
Angina de Vincent (boca de trinchera). Se trata de una estomatitis
exudativa y ulcerosa con presencia de espiroquetas y bacilos fusiformes.
Aparece en el adulto joven, raramente después de los 40 años. Las lesiones se
caracterizan por ulceras distribuidas irregularmente, sobre todo a nivel de los
paladares blando y duro, amígdalas y orofaringe. Las ulceraciones tienen centro
blanco grisáceo y están rodeadas de una zona de hiperemia y enrojecimiento. El
resto de la mucosa parece totalmente normal. Los ganglios linfáticos cervicales
pueden estar inflamadops, pero raramente supuran.
Infecciones del labio superior.
El tejido laxo del
labio superior es peligroso asiento de infección. La expresión o el traumatismo
inferidos a un furúnculo a este nivel pueden causar celulitis fulminante. El
edema de la parte superior de la cara y parpados, con ptosis del ojo, fiebre
alta y coma, caracterizan esta complicación casi siempre mortal.
Ántrax.
La nuca suele ser
asiento frecuente de ántrax. La difusión de la lesión hacia abajo y a los lados
esta favorecida por la piel gruesa, muchos folículos pilosos y la presencia de
columnas de grasa que se extienden hacia abajo hasta la fascia.
Abscesos y celulitis cervicales profundos. Las infecciones de la
cavidad bucal, incluyendo las dentales, pueden penetrar en el cuello hasta la
aponeurosis cervical.
Angina de Ludwig. Se trata de una forma
particular de infección profunda que afecta el suelo de la boca, las regiones
submaxilares y los tejidos profundos del cuello hasta nivel aproximadamente del
hueso hioides. En constraste con el absceso cervical profundo corriente, esta
lesión suele ser bilateral, difunde rápidamente y produce amplia induración con
hinchazón del suelo de la boca.
SINOS ASOCIADO AL EXOFTALMO OBSCURO
SIGNOS OCULARES ASOCIADOS CON EXOFTALMOS
Hipertiroidismo latente.
El hipertiroidismo
ligero puede simular enfermedad cardiaca, anemia, neurastenia o tuberculosis,
de hecho, en los casos de cardiopatía o tuberculosis hay que excluir
específicamente hipertiroidismo como trastorno concominante potencial.
Tiroiditis.
Por examen físico
pueden reconocerse tres tipos distintos:
Tiroiditis subaguda no específica.
Este trastorno se
observa más frecuentemente en mujeres que en varones. El principio es súbito y
dolor en garganta, cuello y glándula tiroides. La temperatura puede elevarse
hasta 40o o 50oC. La glándula esta aumentada de volumen y
muy dolorosa a la palpación, sobre todo en las primeras etapas. El suele ser
difuso, pero puede afectar más intensamente a un lado y otro. La
hipersensibilidad y el comienzo brusco, muchas veces después una inflamación de
vías respiratorias altas, son datos diagnósticos.
Bocio de Ricdel.
El comienzo es insidioso, los primeros
síntomas de compresión traqueal progresiva. La glándula esta substituida por
fibroso denso y duro, que suele causar hipertrofia irregular.
Bocio de Hashimoto. El
primer síntoma suele ser la presencia de una masa en el cuello. La glándula está
aumentada de tamaño en forma difusa, pero no uniformemente, y tiene
consistencia dura de caucho. Puede hacer sospechar un bocio adenoma toso
corriente, pero tiende a ser menos nodular. Son frecuentes los síntomas de
hipotiroidismo ligero. El trastorno se observa sobre todo en mujeres que acaban
de pasar menopausia.
Cáncer del Tiroides.
La única manifestación de un cáncer inicial
puede muy bien ser un nódulo solitario. Como el diagnóstico diferencial entre
un quiste o adenoma benignos y una neoplasia maligna resulta imposible, tales
lesiones deben considerarse cancerosas mientras no se demuestre lo contrario al
operar.
En ocasiones, un nódulo solitario del tiroides se acompaña de metástasis
manifiestas en los ganglios cervicales; esto hace evidente el diagnostico de
neoplasia maligna.
El cáncer avanzando se caracteriza por glándula irregularmente nodular
de consistencia pétrea, adherida a los tejidos subyacentes. La compresión de
esófago o de tráquea puede dificultar la deglución o la respiración.
La ronquera por parálisis del nervio laríngeo recurrente es
particularmente sospechosa de cáncer.
Tumores tiroides aberrantes laterales.
Los carcinomas pequeños del tiroides, de crecimiento
relativamente lento, especialmente los de tipo papilar, pueden producir
metástasis de los ganglios cervicales antes que exista anomalía del tiroides.
Quistes del conducto tirogloso.
Estos quistes congénitos se observan a
cualquier nivel entre la base de la lengua y el istmo del tiroides. Se hallan
localizados de manera característica en la línea media, pero la quinta parte,
aproximadamente, se observa en localización suficientemente lateral para que
puedan confundirse con un quiste de hendidura branquial. El diagnostico se
establece porque el quiste se desplaza hacia arriba cuando el paciente saca la
lengua. El proceso puede infectarse estableciéndose una fistula a nivel de la
línea media o cerca de ella.
Quistes y Fistulas de origen branquial.
Los quistes branquiogenos
siempre están localizados por delante del musculo esternocleidomastoideo,
aproximadamente a nivel de la bifurcación carotidea. Su posición se establece
uniendo el tercio superior con el tercio medio del borde anterior del musculo
esternocleidomastoideo. Es común la infección secundaria y pueden aparecer los
signos corrientes de inflamación con aumento brusco de volumen del tumor.
Higroma quístico.
Esta anomalía
congénita de los linfáticos suele hallarse localizada en el cuello. Produce un
tumor quístico voluminoso translucido; se extiende en una zona amplia y puede
afectar todo el cuello y la región supraclavicular; a veces es bilateral.
Tortícolis.
Esta rigidez anormal del
esternocleidomastoideo puede ser congénita o adquirida. Produce una torsión
característica del cuello. Si es de larga duración muchas veces se acompaña de
asimetría facial; los rasgos del lado afectado están disminuidos.
Tumores del cuerpo carotideo
Los tumores del cuerpo carotideo suelen confundirse con tumores
congénitos del cuello. Nacen a nivel de la bifurcación de la carótida
primitiva; este punto se halla inmediatamente por detrás del borde anterior del
esternocleidomastoideo y frente al borde superior del cartílago tiroides. A
diferencia de los quistes de hendiduras branquiales, se hallan situados más
profundamente en el cuello y más hacia adelante.
GLANDULA TIROIDES
GLÁNDULA TIROIDES
El tiroides normal suele ser palpable, en personas delgadas, a cada lado
de la tráquea, como masa firme y lisa que se eleva con los movimientos de
deglución: en personas obesas o de cuello corto quizá no se perciba.
Cuando se observa aumento de volumen del tiroides, hay que determinar su
forma, extensión, consistencia y vascularización. El examinador se coloca
detrás del paciente y hace lo posible para identificar la tráquea en busca de
un posible desplazamiento de la misma. Luego delinea el tiroides con los dedos
y, cuando el paciente deglute, hace que la glándula se deslice entre los dedos
para comparar los dos lados. Las zonas nodulares resultan fáciles de descubrir.
Para una valoración más completa de cada lóbulo, se desplaza el musculo
esternocleidomastoideo con una mano y se lleva a cabo la palpación con la otra.
Si no puede percibirse el polo inferior, probablemente sea retrosternal. La
percusión de la zona de macicez retrosternal puede confirmar fácilmente esta
impresión.
El examinador se coloca ahora frente al paciente. Puede palpar los vasos
del polo superior y estimar el grado de vascularización colocando el pulgar
debajo del borde anterior y otro dedo detrás del borde posterior del musculo esternocleidomastoideo.
Lesiones de tiroides
Bocio.
- El bocio simple se
presenta generalmente cuando la glándula tiroides es incapaz de producir y
satisfacer las necesidades de la hormona tiroides, lo que provoca que ésta se
agrande para compensar la situación, con lo cual generalmente se corrigen las
deficiencias leves de la hormona tiroidea.
-Bocio tóxico difuso:
La incidencia de esta enfermedad es 5 veces superior en la niña que en
el niño. El bocio suele ser de tamaño moderado, difuso, uniforme, de superficie
lisa y de consistencia blanda o firme.
Además del bocio los síntomas de esta enfermedad en la edad pediátrica
son: hiperquinesia, nerviosismo, mirada alerta, aumento del apetito, pérdida de
peso, debilidad muscular, palpitaciones, taquicardia, amplitud de la
diferencial en la presión arterial y disminución del rendimiento escolar.
En el bocio tóxico difuso el tratamiento varía desde antitiroideos solos
o asociados a levotiroxina sódica, a otras opciones terapéuticas como la
cirugía o el yodo radiactivo.
Bocio endémico:
El déficit de yodo es
la causa más frecuente de bocio en el mundo.
Se habla de bocio
endémico cuando el bocio afecta a más del 10% de la población general o a más
del 20% de los niños y adolescentes de una zona geográfica determinada. Gracias
a la introducción de la sal yodada ha disminuido notablemente la incidencia de
bocio, pero todavía existen áreas endémicas deficitarias por la no aplicación
de estos programas. De acuerdo a un informe de la OMS de 1993, mil millones de
personas se encuentran en riesgo de desarrollar una deficiencia de yodo, y este
se considera, todavía, un problema de salud pública en muchos países, incluidas
América Latina y Europa del Este. Esta población incluye 655 millones con bocio
y más de 40 millones con lesión cerebral evitable. Los pacientes con
enfermedades renales crónicas o mal nutridos tienen mayor riesgo a desarrollar
un déficit de yodo (una ingesta de yodo inferior a 50mg. Por día se considera
deficitaria).
Bocio nodular:
El agrandamiento
multinodular de la tiroides es la consecuencia final de una variedad de
enfermedades tiroideas con diferentes mecanismos patogénicos de agrandamiento
del tiroides. Es muy poco frecuente en niños. La patogénesis del bocio
multinodular es controvertida y posiblemente represente la etapa final de un
bocio difuso.
Si el examen se efectúa
en la forma descrita, resulta relativamente fácil descubrir la hinchazón
quística difusa de un bocio coloide, en el módulo aislado duro de un adenoma
solitario, la glándula nodular irregular de un bocio adenomatoso, y la
hipertrofia vascular blanda de la enfermedad de Graves-Basedow clásica.
Hipertiroidismo.
Los signos de
hipertiroidismo pueden ser tan manifiestos que resulten evidentes, o hallarse
tan enmascarados que escapen a la atención de quienes no sean clínicos muy
experimentados.
El signo de hipertiroidismo que puede descubrirse en la propia glandula
es el aumento de vascularización. Son clásicos el thrill palpable y soplo
audible, pero solo existen en casos muy avanzados. La palpación de los vasos
del polo superior puede hacer sospechar un aumentar de flujo sanguíneo y
cosntituye maniobra útil para vigilar la involucrar de la glándula antes de la
intervención.
LESIONES DE LA LENGUA
Carcinoma adenoideo quístico del dorso de la lengua: Presentación de un
caso clínico Dolores Carrasco Ortiz 1, Beatriz Aldape Barrios 1 (1) Profesoras
de Patología Bucal de la Facultad de Odontología. UNAM. Med Oral Patol Oral Cir
Bucal. 2006 Aug 1;11(5):E417-20.
El carcinoma adenoideo quístico es la neoplasia maligna de glándulas
salivales menores más frecuente (76.5%), se caracteriza clínicamente por ser de
crecimiento lento, la localización más frecuente es el paladar duro.
Histopatológicamente presenta tres patrones, cribiforme, tubular y sólido; el
tipo sólido esta relacionado con un pobre pronóstico a diferencia del tipo
cribiforme que tiene un mejor pronóstico. El tratamiento de elección es la
excisión quirúrgica con márgenes amplios y cuando existe metástasis a nódulos
linfáticos está indicada la radioterapia posquirúrgica.
Se presenta el caso clínico de un hombre de 19 años de edad con recidiva
de lesión en dorso de lengua y diagnóstico previo de adenoma monomorfo. En la
segunda biopsia se diagnostica como carcinoma adenoideo quístico, por lo que
probablemente hubo un error en el diagnóstico original, se decide usar
inmunohistoquímica: CALP, CEA, Antígeno Epitelial de Membrana, Proteína Ácido
Fibrilar Glial, Ki67, las cuales se observaron positivas en diferentes
intensidades, lo que corroboró el diagnóstico de carcinoma adenoideo quístico.
El paciente presentó recidiva después de 2 años.
GANGLIO LINFÁTICOS
CERVICALES
Son fuentes comunes de error las astas mayores del hueso hioides y las
placas arterioscleróticas a nivel de la bifurcación de la carótida primitiva;
pueden excluirse fácilmente con experiencia y cuidado. Las astas mayores del
hioides pueden reconocerse fácilmente, ya que se desplazan cuando el paciente
deglute. Pueden identificarse por palpación cuidadosa como estructuras
bilaterales simétricas unidas al hueso hioides. Las palcas arterioscleróticas a
nivel de la bifurcación de la carótida también se identifican por su precisa
localización directamente en contacto con la arteria carótida primitiva por
fuera del borde superior del cartílago tiroides. Estas placas pueden ser
bilaterales.
El volumen, la consistencia y los límites de los ganglios linfáticos
hipertrofiados tiene gran importancia diagnostica. En el cáncer metastatico los
ganglios interesados suelen estar separados, indoloros, unilaterales y tener
consistencia firme. La enfermedad de Hodgkin produce ganglios voluminosos, no
dolorosos, aislados, de consistencia firme como el caucho. La tuberculosis, por
otra parte, origina un conglomerado de ganglios blandos, muchas veces
fluctuantes, en ocasiones con formación de fistulas. El proceso inflamatorio no
suele ser doloroso. Las infecciones piogénicas agudas causan ganglios
hipertrofiados, aislados y dolorosos. A veces confluyen y el trastorno se hace
crónico; raramente se desarrolla un absceso. En contraste con la tuberculosis,
estos ganglios se acompañan de los signos clásicos de inflamación; a saber:
hinchazón, enrojecimiento, hipertermia e hipersensibilidad locales. La
fluctuación indica que la zona central de la infección de ha licuado y que se
ha producido un absceso. La fluctuación se percibe comprimiendo la zona hinchada
con el dedo de una mano y palpando la hinchazón con uno o dos dedos de la otra.
Si un impulso se transmite desde el dedo que comprime hasta el que palpa, es
segura la presencia de líquido.
La inflamación crónica poco intensa puede causar participación linfática
que simule estrechamente la enfermedad de Hodgkin o el linfoma.
Es necesario observar con cuidado cabeza, cuello y cavidad bucal, sean
cuales sean la localización y caracteres
físicos del ganglio. El carácter y la localización de la adenopatía permitirán
sospechar el probable origen primario.
La adenopatía del triángulo cervical posterior o auricular posterior
suele provenir del cuero cabelludo. Los ganglios submentonianos harán sospechar
lesión del labio o de los dos tercios anteriores de la lengua. Los ganglios
cervicales superficiales suelen estar afectados por lesiones que difunden desde
el borde alveolar, las amígdalas, o la cara dorsal y las porciones laterales de
la lengua.
Los ganglios supraclaviculares frecuentemente enferman por metástasis de
vísceras abdominales o torácicas. Cualquier proceso Nicoplástico que los denominados
“ganglios centinela”. Tienen particular
tendencia a hacerlo los canceres de pulmón, esófago, estómago, testículo y
cuello del útero. En raras ocasiones la difusión del cáncer procedente de una víscera
torácica o abdominal alcanza los ganglios cervicales profundos o superficiales
sin afectar de manera manifiesta la cadena supraclavicular.
Las características físicas de los ganglios también son muy útiles para
descubrir la localización del proceso primario. Las lesiones inflamatorias
suelen provenir de dientes y amígdalas. En la tuberculosis sospéchese siempre
de las amígdalas. Si los ganglios tienen consistencia gomosa y están separados,
haciendo pensar en un linfoma, pueden obtenerse datos confirmatorios al hallar
un hígado o un bazo aumentados de volumen, o linfadenopatia en otras partes del
cuerpo. Cuando se sospecha cáncer, por las características físicas de los
ganglios o porque no puede hallarse otra explicación, hay que examinar y volver
a examinar todas las zonas sospechosas.
La nasofaringe y los senos nasales deben examinarse mediante endoscopia,
examen con espejo y radiografía. Una pequeña neoplasia asintomática de estas
regiones puede producir amplias metástasis cervicales. En ocasiones, el aspecto
histológico de la metástasis permite sospechar el origen primario. Puede
inculpar al tiroides incluso cuando parece normal a la palpación.
El carcinoma branquiogeno primario, si es que existe, es tan raro que
debe descartarse a no ser como diagnostico que deba establecerse por autopsia.
LESIONES DE LA CAVIDAD BUCAL
LESIONES DE LA CAVIDAD
BUCAL
Cáncer
Ya
nos hemos referido anteriormente a la importancia que tiene la palpitación para
el diagnóstico.
Cáncer de la lengua:
Es
el tumor maligno más frecuente de la cavidad bucal. Aparece en la base de la lengua a lo largo de los bordes o en la superficie inferior, y
suele extenderse al suelo de la boca. Sus características macroscópicas son las
de una ulcera necrótica indurada. Las metástasis son frecuentes y precoces. Los
ganglios submaxilares y submentonianos suelen ser los primeros afectados en las
lesiones de los dos tercios anteriores de la lengua. Los cervicales profundos
se infartan en el cáncer del tercio posterior o de la base de la lengua.
GLÁNDULAS SALIVALES
Glándula parótida
Parotiditis. Por inspección, la
glándula hipertrofiada constituye una masa difusa por delante del oído, que se
extiende hacia abajo y atrás hasta el ángulo del maxilar. El orificio del
conducto de Stenon aparece ademotoso y enrojecido cuando se separa la mucosa
bucal mediante un depresor. En la parotiditis calculosa puede haber pequeños
depósitos calcáreos en la abertura del conducto.
Los exámenes de cabeza y cuello deben complementarse siempre dada la
frecuencia con la que algunas lesiones de cabeza, cara o cavidad bucal afectan
a los ganglios linfáticos cervicales.
Se requiere particular destreza para examinar el cuello, pues músculos,
capas aponeuróticas y estructuras cartilaginosas u Oseas enmascaran signos físicos,
y ellos mismos resultan fáciles de confundir con procesos patológicos.
Inspección
Empiécese por examinar el cuello en busca de asimetría, hinchazón,
pulsaciones, fistulas o limitación de movimientos. Si se extiende el cuello,
sometiendo asi a tensión el musculo esternocleidomastoideo, son fáciles de
reconocer los limites de los triángulos anterior y posterior.
Es importante identificar las siguientes estructuras: el musculo
esternocleidomastoideo, el hueso hioides con sus astas mayores, el cartílago tiroides,
la traquea, la clavicula y las pulsaciones del bulbo carotideo y tercera
porción de la arteria subclavia.
Palpación
Debe efectuarse con la superficie palmar, de las puntas de los dedos;
utilícese un movimiento delicado de rotación para descubrir la superficie lisa
y dura de un nodulo hipertrófico. La palpación firme y profunda comprimirá los
ganglios contra los músculos, de manera que no podrán percibirse. Pálpese el
triángulo anterior manteniendo una mano detrás del occipital para flexionar el cuello
y producir el grado de relajación necesario. La región submentoniana se palpa
con la cabeza menos flexionada. La cabeza del paciente vuelve a posición normal
y se identifica la tráquea. Luego la cabeza se inclina y gira hacia un lado
para poder palpar el triángulo posterior.
Puede percibirse, entonces, la tercera porción de la arteria subclavia
en el ángulo formado por el borde posterior del esternocleidomastoideo y la
clavícula. Se palpa la parte posterior del cuello cuando el paciente mantiene
la cabeza ligeramente extendida. El examinador ahora se coloca detrás del
paciente y vuelve a palpar la parte anterior y los lados del cuello.
CAVIDAD BUCAL
CAVIDAD BUCAL
El
examen detallado de la cavidad bucal es importantísimo, por cuanto es asiento
frecuente de neoplasias asintomáticas. Hay que observar sistemáticamente
labios, dientes, bordes alveolares, mucosa bucal, paladares blando y duro,
suelo de la boca, lengua , amígdalas y orofaringe. Hay que palpar la base de la
lengua, la zona amigdalar y cualquier lesión visible del interior de la cavidad bucal.
De
ordinario puede efectuarse un buen examen con una simple lámpara de mano, un depresor de la lengua y el dedo que
palpa.
Inspección:
Obsérvense
primero los labios, encías y clientes. Se indica al paciente que haga muecas y
exponga y parte anterior de las encías. Luego pueden separarse los labios de
los dientes mediante un depresor de lengua. Al mismo tiempo se puede observar
la mucosa de los labios. Hay que notar la presencia de mal oclusión, falta de
dientes o higiene dental defectuosa.
ü Se
pide ahora al paciente que obra bien la boca.
ü El
paciente coloca entonces la punta de su lengua contra el techo de la boca para
exponer el suelo de la misma.
ü Ahora
se indica al paciente que “saque la lengua” y se examina con cuidado su
superficie. Hay que observar cuidadosamente las papilas circunvaladas de las
superficies dorsal y lateral; su hipertrofia es común y puede simular una
neoplasia.
Ahora
indíquese al paciente que abra ampliamente su boca volviendo a introducir en
ella la lengua y deprímase con cuidado el órgano mediante un depresor para
observar amígdalas, pilares del paladar y orofaringe.
Palpación:
Forma
parte integrante de un examen físico completo, como la palpitación del recto o
vagina. Debe efectuarse sistemáticamente en pacientes de más de 50 años,
especialmente varones, dada la frecuencia del
cáncer bucal. Es absolutamente esencial en presencia de síntomas
procedentes de la cavidad bucal, si se observa cualquier lesión o si hay
ganglios cervicales infartados.
El
examen de la cavidad bucal se completa observando con un espejo la base de la
lengua, hipofaringe, laringe y nasofaringe.
INSPECCION DE LA CABEZA
Nombre: Juan
de los Santo Suriel
Edad:
84
Residencia:
Constanza
Sala:
7
Cama:
5
Motivo de consulta:
Trombosis y Edema Pulmonar
Historia de la
enfermedad actual:
Paciente
conocido con diagnóstico de hipertensión arterial de 21 año de evolución tratado con Diuréticos
Tiazídicos, diabetes Mellitus, tratado con insulina una vez al día, refiere
que estuvo estable dentro de su cuadro
clínico hasta cuando hace 5 días comenzó a presentar trombosis y dificultad
para respirar (edema pulmonar).
Examen de la cabeza:
Paciente
en posición de cubito dorsal, luce agudamente enfermo con ligera palidez en la
piel, paciente orientado en tiempo, espacio y personalidad.
La
cabeza presenta normocefalia, presenta alopecia parcial con las vellosidades
blanquecinas, no presenta maculas, pápulas, ni tumefacciones, no presenta masa,
ni nódulo.
Presenta
una pequeña cicatriz en la porción temporo parietal derecha, presenta buena
higiene personal.

Los
arcos supraolvitarios se encuentran en el mismo orden, en las cejas buena
implantación de las vellosidades, con coloración blanquecina, con una pequeña
cicatriz en la ceja derecha, implantación de la pestaña parcial.
En
los ojos observamos ojos simétricos, no presenta tintamos, ni ictericia, no
presenta inflamación (denominado ojo rojo).
En
el oído presenta buena implantación del pabellón auricular con vellosidades,
conducto auditivo permeable, signo del trago negativo, no presenta otitis.

Es el período de tiempo que va desde el
final de la enfermedad, hasta alcanzar la recuperación
completa de la salud. También se denomina al estado de un
enfermo en proceso de restablecimiento.
La convalecencia es un
período de recuperación gradual de la salud después de sufrir una enfermedad, un accidente o de una intervención
quirúrgica. Se refiere a la última etapa de una enfermedad cuando el paciente
regresa a la normalidad, pero en algunas enfermedades infecciosas el paciente
puede seguir siendo un foco de infección, independientemente de encontrarse
mejor. En este período, el paciente puede estar en su domicilio, y realizar
visitas a su médico; o continuar ingresado en un hospital a la espera del alta
médica.
Etapas de la
convalecencia:
Etapas de la convalecencia
son cuatro las etapas de la convalecencia las cuales nos ayudan a percibir a
simple vista el estado del paciente rápidamente.
La primera es la Fase Aguda
Se caracteriza porque el
paciente adopta una posición fija, hay aumento de la temperatura, aumento de la
frecuencia cardiaca, anorexia, bajo estado de ánimo, inhibición de las hormonas
sexuales.

Se caracteriza por que el
paciente ya siente dolor, hay interés de comer alimentos, hay peristaltismo, se
interesa por el medio que le rodea, hay excreción de gases, y hay pequeña
excreción de nitrógeno.
La tercera Fase es la Anabólica.
Característica ya hay un
aumento de la fuerza o ánimo, aumento del apetito, balance nitrogenado.
La cuarta Fase es de Aumento de Grasa.
Característica aumento del
deseo sexual, come mucho, aumento de peso.
Con estas cuatro etapas el
cirujano o el médico general podrían determinar la condición de salud del
paciente.
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